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Algunos tips sobre la importancia de la recreación con otros y el desarrollo de la creatividad.

Educación

Formar seres humanos autónomos, creativos y seguros de si mismos es muy importante, encuentra aquí algunas recomendaciones.

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7 a 9 años
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Nutrición, Salud
9/11/25 5:01 PM Niños se abrazan con alegría mientras practican un deporte que les produce bienestar emocional.

El impacto del deporte en la confianza y el bienestar emocional de los niños

Cuando un grupo de niños corre tras una pelota hay gritos de alegría, concentración en sus rostros, y el esfuerzo compartido por lograr una meta; pero también una expresión pura llena de emociones. Más allá de los beneficios para la salud corporal, el deporte se ha consolidado como una herramienta poderosa para el desarrollo emocional y la construcción de la autoconfianza en la infancia. ¿Cómo ocurre esto y por qué es tan importante? La respuesta se encuentra en el poder transformador del juego y la recreación, aspectos esenciales para el crecimiento integral de los niños y niñas.

El deporte no solo fomenta la actividad física, sino que también fortalece la salud mental y emocional. Las actividades deportivas permiten a los niños experimentar la alegría, el esfuerzo, la frustración y la resiliencia. Las actividades deportivas dejan de ser meras formas de entretenimiento para convertirse en herramientas clave para la educación emocional. Según el libro Deporte, recreación y juego de la UNICEF, este enfoque ha llevado a la promoción de políticas globales destinadas a garantizar que todos los niños, independientemente de su contexto social o económico, tengan acceso a oportunidades de juego, deporte y recreación.

El juego como amigo del deporte

Cuando un niño juega explora todo lo que lo rodea, hace nuevas observaciones, resuelve enigmas, fortalece la toma de decisiones, y amplía su imaginación y su creatividad. “El juego proporciona al pequeño la estimulación y la actividad física que su cerebro necesita para desarrollarse y poder aprender en el futuro”, explica la UNICEF. A través del juego, el infante desarrolla habilidades sociales y formas de pensar; aprende a confrontar sus emociones, mejora sus aptitudes físicas mientras se descubre a sí mismo y sus propias capacidades. 

Cuando los niños participan en actividades deportivas se enfrentan a una serie de desafíos que los impulsan a resolver problemas, adaptarse a nuevas situaciones y trabajar en equipo. Estas experiencias les permiten entender la importancia de la paciencia, la empatía y la perseverancia. Además, la participación activa en juegos y deportes contribuye a la autorregulación emocional, ya que los niños deben aprender a controlar la frustración, la ira o la tristeza cuando las cosas no salen como esperan.

Adicionalmente, el juego y la actividad física no solo benefician el desarrollo motor, sino también el cognitivo y emocional, así como la práctica deportiva incrementa la producción de endorfinas, también conocidas como “hormonas de la felicidad”, lo que reduce los niveles de estrés en los niños. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la actividad física regular en la infancia previene trastornos emocionales y promueve el bienestar psicológico, reduciendo el riesgo de ansiedad y depresión.

El deporte como promotor de la autoconfianza

La autoconfianza, por su parte, se construye con base en experiencias de logro y superación personal, y el deporte ofrece innumerables oportunidades para ello. Cada vez que un niño supera un reto en el campo de juego, ya sea encestar una pelota, correr más rápido o mejorar su técnica, su autoestima se fortalece. Estas pequeñas victorias cotidianas se traducen en una mayor percepción de su capacidad para enfrentar otras situaciones en su vida diaria.

El deporte también permite a los niños recibir retroalimentación de sus entrenadores, compañeros y familiares. La validación externa refuerza su confianza y los motiva a continuar esforzándose. Además, la disciplina deportiva enseña a los niños a establecer metas, comprometerse con ellas y celebrar sus logros, fortaleciendo así su autoconfianza. También, está vinculado al desarrollo de habilidades cognitivas, como la atención, la memoria y la resolución de problemas. Estas habilidades se ven potenciadas cuando los niños participan en deportes que exigen estrategias y toma de decisiones rápidas, como el fútbol, el baloncesto o los deportes de raqueta.

Recomendaciones para fomentar el deporte en la infancia

  • Crea espacios seguros y de apoyo en donde los niños se sientan cómodos para expresar sus emociones y superar sus miedos.

  • Permite que los niños tomen decisiones en sus actividades deportivas, como elegir qué deporte quieren practicar.

  • Los padres, entrenadores y cuidadores deben dar reconocimiento a los logros de los niños, reforzando su autoconfianza.

  • Es fundamental no exigir resultados perfectos, ya que esto puede generar estrés y afectar la autoestima del niño o niña.